Nacimos en los valles y montañas de Arica y Parinacota, en el hogar andino de nobles comunidades indígenas de raíz aymara.

Buscábamos un sueño y aquí nos enamoramos de los tesoros naturales y culturales que custodian sabiamente las comunidades. Decidimos sumarnos a su ejemplar esfuerzo por conservar el patrimonio para las nuevas generaciones.

Así nació la Fundación Altiplano el año 2000, en una reunión de jóvenes entusiastas, que obtuvo su personalidad jurídica en el año 2002, que desde Arica y Parinacota, Chile, ha logrado instalar una una referencia de conservación patrimonial con sentido comunitario y que persiste en el sueño de caminar junto a comunidades andinas y rurales, para lograr un desarrollo más justo y sostenible del planeta.